¿Sabías que…?
Irás de la mano de un guía oficial de Málaga que te explicara detenidamente no solo la importancia de esta fortaleza y todo lo ocurrido en ella a lo largo de los siglos sino que también te descubrirá los orígenes de la ciudad de Malaga desde el principio de la historia hasta la actualidad a través de este maravilloso enclave. Viviras una experiencia inolvidable.
Se trata de un camino fortificado que conecta la alcazaba con Gibralfaro, construida para proteger la comunicación entre ambas fortificaciones. Era el único punto de acceso al castillo, si querías llegar a él tenías que atravesar toda la alcazaba, la coracha y al final de este pasillo se habría una puerta monumental en una torre barbacana La coracha tenía un doble propósito: permitir el traslado seguro de tropas y suministros entre la Alcazaba, situada en una colina más baja, y el Castillo de Gibralfaro, en la cima del monte homónimo, así como dificultar el acceso a posibles invasores.
Construida durante la época nazarí, en el siglo XIV, bajo el mandato de Yusuf I, la coracha se compone de una doble muralla con torres intermedias que la refuerzan.
La coracha es, por tanto, una muestra de la avanzada arquitectura militar islámica de la época y un elemento integral del sistema defensivo de Málaga.
es un pozo que se establece dentro del castillo de 40 metros de profundidad y cavado en la propia roca de la montaña. Llegaba a un venero natural que lo abastecia y que a dia de hoy sigue teniendo agua. Gracias a este pozo, una noria y el sistema de captación de agua de lluvia que mediante acequias llevaba el agua a los aljibes se dotaba de agua a toda la fortificación.
para la vida del ser humano es un elemento a tener en cuenta para la supervivencia dentro de una fortaleza que esta pensada para resistir un asedio. Para ello el pueblo árabe establece un sistema de aljibes, la mayoría subterráneos cubiertos con bóvedas de ladrillo, salvo el mayor de ellos que se levantara en el centro del castillo con planta octogonal, y el pozo airón. Estas instalaciones de almacenamiento de agua estarán conectadas a través de acequias de fabrica a sistemas de captación de lluvia. Gracias a toda esta obra de ingeniería pudieron resistir el asedio prolongado de las tropas cristianas.
Tras la conquista de la ciudad por los reyes católicos es tal la admiración que se tiene por esta fortaleza que Isabel y Fernando la convierten en símbolo de la ciudad. El 30 de agosto de 1494 le conceden a Málaga su escudo de armas figurando en él el conjunto de la fortaleza, el corral de los cautivos y sobre sus torres las imágenes de los Santos Patronos San Ciriaco y Santa Paula, en la parte inferior las olas del mar.
Una de las pocas edificaciones que se realizan en el interior del perimetro amurallado de Gibralfaro es un templo musulmán. Jeronimo Munzer visitó Málaga en 1494 y nos describe que en Gibralfaro había ¨una mezquita real preciosísima y algunas muestras notables de mosaicos estilo moruno¨. Martín de Roa en 1622 la identificó como iglesia de San Luis ya que los Reyes Catolicos al tomar la ciudad en la festividad de San Luis obispo la transforman en templo cristiano consagrándola a dicho santo. Y por último Francis Carter en su escrito de 1772 llamado Viaje de Gibraltar a Málaga nos dice haber contemplado una mezquita cuadrada con las puertas cubiertas de bronce y con las paredes con molduras de estuco y versos del Corán. La ubicación de esta antigua mezquita se sitúa donde se establece posteriormente el polvorín, así se observa en los planos que se conservan el en Archivo General de Simancas.
utilizado en la construcción de las murallas del Castillo de Gibralfaro es una técnica ancestral de edificación que emplea tierra compactada. Este método fue ampliamente utilizado en el mundo islámico, incluyendo la península ibérica durante el período andalusí, por su eficacia, bajo costo y disponibilidad de materiales locales.
El tapial consiste en un encofrado de madera que define el grosor y altura deseada del muro, dentro del cual se va depositando una mezcla de tierra, cal, grava y agua. Una vez vertida la mezcla en capas, se compacta intensamente mediante golpes con pisones o herramientas similares para darle solidez y resistencia. Este proceso se repite hasta completar la altura deseada del muro. Una vez terminado, el encofrado se retira y deja expuesto el muro endurecido.
El uso de cal en la mezcla aumenta la durabilidad del tapial y lo protege de la erosión causada por el clima. Aunque a simple vista el material parece frágil, una vez consolidado, el tapial adquiere una sorprendente solidez y resistencia, ideal para las defensas militares de la época.
En el Castillo de Gibralfaro, el tapial se enlucía para regularizar la imagen exterior y se pintaba para imitar sillares. En otras ocasiones se va a revestir por un enchapado de mampostería.
son las partes elevadas de la muralla que alternan con los espacios abiertos conocidos como almenas. En esencia, los merlones son los bloques macizos que sobresalen en la parte superior de las murallas, diseñados para proporcionar protección a los defensores durante los ataques.
En un contexto defensivo, los merlones permitían a los soldados ocultarse detrás de ellos mientras vigilaban o disparaban flechas, lanzas u otras armas a través de las almenas, que son los huecos entre merlones. Estos bloques protegían a los defensores de los proyectiles enemigos y les ofrecían una cobertura estratégica mientras seguían defendiendo la fortaleza.
es el camino o pasadizo que corre a lo largo de la parte superior de las murallas, diseñado para que los soldados pudieran patrullar y defender la fortaleza. Se trata de un corredor elevado que permite el acceso a las almenas y merlones, desde donde los defensores podían vigilar el entorno, disparar proyectiles y lanzar objetos contra los atacantes.
En el caso del Castillo de Gibralfaro, el adarve jugaba un papel fundamental en el sistema defensivo, ya que permitía a los guardias desplazarse rápidamente de un lugar a otro de las murallas, garantizando una defensa constante en cualquier punto de la fortificación. Este pasadizo elevado también proporcionaba una ventaja estratégica al estar en altura, facilitando la observación de los alrededores y permitiendo controlar visualmente tanto la ciudad de Málaga como el puerto.